viernes, 17 de octubre de 2008

Personajes







Estudio de los Consejos Comunales en Venezuela

Jesús E. Machado M.
Fundación Centro Gumilla
Coordinador General Observatorio de participación
y convivencia Social de Venezuela
Caracas, mayo de 2008


CAPITULO IV
HALLAZGOS PRINCIPALES

La ley de los consejos comunales se aprobó en abril del año 2006, desde esa fecha podemos marcar el inicio de constitución acelerada de consejos comunales para encauzar una de las formas de participación que actualmente se desarrollan en Venezuela. No olvidamos que antes de la ley que regula a los consejos comunales existían consejos comunales, pero su desarrollo acelerado se marca a partir de la puesta en vigencia de la ley que los regula y puesta en funcionamiento de las estructura gubernamental.
Para el mes de marzo de 2008, estaban contabilizados 26.143 consejos comunales conformados y otros 10.669 en proceso de conformación7, lo que totalizarían unos 36.812 consejos comunales.
Estos datos guardan amplia concordancia con otros estudios sobre participación realizados por iniciativa del Centro Gumilla en donde se muestra un incremento e interés por la participación a todos los niveles.
En vista del desarrollo de la figura de los consejos comunales, a dos años de creados, muestra el grado de apropiación de esta iniciativa por parte de los sectores populares
fundamentalmente.
Lo más resaltante del estudio son las motivaciones por las cuales los consejos comunales han tenido el grado de desarrollo y funcionamiento que actualmente presentan. Estas mediaciones de participación están permitiendo resolver temas que afectan de manera directa a cada habitante de los espacios sociales en donde están asentadas las comunidades populares.
La necesidad de hacer cada vez más digno el espacio social que se ocupa habitacionalmente, procurando elevar la calidad de vida, implica para los habitantes de las comunidades una motivación para el diagnóstico social, elaboración de propuestas y proyectos y realizar las gestiones ante los organismos gubernamentales correspondientes.
Los consejos comunales son un medio de organización comunitaria, y le que está posibilitando que así sea es que ésta mediación permite resolver problemas de mejora de la calidad de vida de las personas de los medios populares. La ejecución de proyectos gira entorno a la vivienda y todos los servicios conexos de urbanismo que lleva consigo, servicios de suministro de agua potable y canalización de las aguas servidas; electrificación, vías de acceso, escuelas, embaulamiento de quebradas, muros de contención, etc. Las comunidades populares encuentran en los CC un mecanismo efectivo de resolución de problemas que sienten como prioritarios. Al superarse la burocracia del Estado en todo sus niveles y partiendo del diagnóstico de las necesidades más sentidas, la acción comunitaria a través de sus consejos comunales, puede resolver de modo más ágil.
Las comunidades no solamente están demandando soluciones de servicios y satisfacción de necesidades sino que están planteando y realizando soluciones a los mismos. Son las mismas comunidades populares las que están dando respuesta a necesidades históricas. Desde una perspectiva de derechos humanos las personas van haciendo realidad el
cumplimiento de derechos sociales.
La participación en los espacios sociales populares a través de los consejos comunales, y esto es otro dato que hay que resaltar del estudio, mantiene una identidad local-territorial convirtiéndose está en epicentro genésico de nuevas formas de participación.
Es a partir de esa forma de participación, con esas motivaciones, que se articula toda otra intervención participativa en la vida pública del país. Se muestra un cambio emergente protagonizado por los sectores populares, que van asumiendo en grado creciente mayores niveles de responsabilidad social a la vez que se constituyen como ciudadanos.
Al obtener logros concretos partiendo de la organización y la movilización, que se posibilita a través de los consejos comunales, se va superando la desconfianza en las propias capacidades, lo que permitiría el mantenimiento de estas formas organizativas. A lo anterior se le sumaría el fortalecimiento de una conciencia organizativa para resolver los problemas dejando atrás una cultura de la urgencia, además de desechar las salidas individualistas a problemas colectivos.
En este mismo proceso se van incrementando los niveles de conciencia política. Las personas que se politizan pasan de centrar toda su atención a los problemas individuales y empiezan a ubicarlos en contextos más amplios abriendo caminos a proyectos de transformación desde las bases.
Las necesidades individuales se ponen de manifiesto en un espacio común, la asamblea, en ese momento se convierte en un problema colectivo en la medida en que todos los que están en la misma situación lo reconocen, pasa a identificarse como un problema colectivo y la búsqueda de solución en común a través de los consejos comunales, lo que implica una revalorización de lo colectivo, que conlleva a una reconfiguración entre lo público y lo privado. Pero también implica otro fenómeno, como lo es el de la recomposición de la red de relaciones socio-comunitarias en el mundo popular.
La necesidad de hacer cada más habitable el espacio social que se ocupa habitacionalmente, procurando elevar la calidad de vida, implica para los habitantes de las comunidades una motivación para el diagnóstico social, elaboración de propuestas y proyectos, realizar las gestiones ante los organismos gubernamentales correspondientes. Si estos organismos no actúan con diligencia en la ejecución presupuestaria para que en los consejos comunales puedan realizar las obras en los tiempos programados, puede afectar gravemente las motivaciones a participar de las personas, ocasionando un grave daño a lo logrado en el tema de participación y organización social. Las prácticas de retardo en la asignación de recursos por parte de los organismo gubernamentales puede ocasionar que la participación termine siendo desmovilizadora del cuerpo social.
Por los datos obtenidos no podríamos afirmar que este tipo de participación en los consejos comunales refuercen patrones de conductas políticas como el asistencialismo o el paternalismo, por el contrario, y los datos los avalan, hay un proceso progresivo de protagonismos y responsabilidad popular en la construcción de respuestas colectivas en la búsqueda de un mejor vivir.
Las comunidades como espacios sociales de convivencia primarios son una excelente escuela para fomentar la cultura democrática. Las prácticas de asambleas comunitarias para discutir los proyectos necesarios de las comunidades y su posterior aprobación, muestra un ejercicio de lo democrático con amplia repercusiones en la cultura política del país y la sanidad política de la república. A mayores niveles de participación corresponde mayores niveles de fortalecimiento de lo democrático, y esto es también bien es llamativo, la idea de la representación se va reconfigurando hacia formas más participativas de democracia.
No es nuestra intención idealizar estas formas de participación, reconocemos que como un fenómeno nuevo es complejo y difícil, donde intervienen múltiples determinaciones, donde se entrecruzan éxitos y fracasos, con virtudes y limitaciones. No hay que perder de vista que estamos refriéndonos a una situación emergente y novedosa más que de una realidad plenamente consolidada, que bien puede evolucionar hacia una dirección positiva de radicalización del protagonismo popular como puede tener una regresión. Pero lo sustantivo es que está en proceso un nuevo modo de organización y participación comunitaria que resalta el cambio cualitativo de la cultura política tradicional venezolana.
Como hipótesis que puede orientar otros estudios, señalamos que en base a lo arriba escrito como hallazgos principales tiene unas implicaciones con amplia repercusión en el modelo de Estado. Dado que la función providencialista del Estado no se realiza del modo tradicional a través de una burocracia especializada sino a partir de los recursos monetarios, técnicos y humanos públicos puesto a disposición mediante transferencias a las comunidades para la concreción de proyectos presentados por los consejos comunales, implica el modelamiento de nuevas relaciones del Estado-gobierno-comunidadesciudadanos.